"Creí que era una aventura y en realidad era la vida"
(Joseph Conrad)
Navegar a vela es preciso
¿Que por qué navegar?
Navegar a Vela es una experiencia intensa, muy intensa, y excitante. Te transporta a otro mundo que está en este. Nadie es tan fuerte como para vencer la fuerza del viento o del mar pero, con unos conocimientos y habilidades para manejar el aparejo, puedes hacer que esas fuerzas te lleven donde desees. Entrar en un puerto desconocido requiere haberlo estudiado repetidas veces en la cartas y derroteros para no dar opción a sorpresas. Navegar supone aceptar los retos físicos y emocionales que las fuerzas indomables del viento y el mar te proponen. Navegando descubrirás lugares con un encanto que nunca percibirías llegando en coche.
Las regatas te permiten contrastar tu gobierno del barco con el de otros regatistas. De la competición de barcos de vela han salido aparejos cada vez más optimizados y constituyen una importante fuente de progreso en aparejos y maniobras. Pero ve más allá.
Que todo vaya bien proporciona al patrón una satisfacción indescriptible que difícilmente comprenderá su tripulación, ajena a todas las dudas y pensamientos que han pasado por su mente.
Decía Joseph Conrad que "navegar es mantenerse vivo en el mar". Al salir por la bocana aceptas el reto.
Volver a puerto es navegar.
¿Hay algo más intenso y excitante? ¿Y te lo vas a perder?
Alberto Luis Aguilar
Técnico Deportivo Superior de Vela
Patrón Profesional de Embarcaciones de Recreo
El proceso
Navega, aprende y titúlate.
Yo creo que ese es el orden natural cuando eres tú el que, por una motivación generalmente casual, toma la iniciativa de acercarte al mar.
Navega
Primero navegas, con unos y con otros, alquilando o en club, con amigos o conocidos a través de amigos. Como sea, pronto te das cuenta de lo bonito que es aquello y, sobre todo, lo bien que te sienta navegar.
Aprende
Entonces es cuando piensas que si lo disfrutas sin saber, cómo sería sabiendo cómo se hace. Y buscas una Escuela de Vela para aprender.
Titulate
Alcanzado un umbral de autoconfianza en moverte sobre las aguas querrás independizarte del centro en el que estás aprendiendo y pensarás en titularte. Ahí buscarás el apoyo de una Escuela de Enseñanzas Náutico-Deportivas (EEND). En ese punto, cuando comienzas a asumir la responsabilidad de la singladura, del barco y de las personas que están a bordo, descubres que lo que creías hasta ese momento que era navegar no era más que unas cuantas habilidades para manejar un aparejo. Ahí es cuando descubres que Navegar es todo lo que pasa por tu cabeza en cada decisión que tomas simplemente para que no pase nada. Ese ejercicio, invisible a los ojos de tu tripulación, es justo lo que hace que te apasiones por esto de Navegar y busques avanzar en titulaciones más elevadas que te permitirán ir más y más lejos.
Profesionalización
El paso siguiente será que quieras transmitir esa pasión a otros y volverás a un Centro Náutico en el que formen en titulaciones profesionales. Volverás a navegar con otros ojos. A tus dudas y decisiones se añadirán las de tus alumnos y te darás cuenta de lo poco que sabes. Es entonces cuando estás preparado para volver a aprender. El ciclo vuelve a comenzar hacia un delicioso e infinito proceso, inalcanzable como el horizonte. Sin que ello sea el objetivo obtendrás nuevas titulaciones. Y esta rueda rueda y rueda y no acaba nunca. ¡Es fantástico!
Disfruta de cada uno de esos pasos. Esto no va de "pago y tengo". Requiere tiempo, si, pero en ese tiempo el aprendizaje es tan apasionante como la navegación. Saltarse pasos en la forma más fácil de tener malas experiencias y abandonar algo tan bonito. En el mar todos somos aprendices. Y si tienes prisa prueba la Moto de Agua.